Así soy ¿Y qué? (Cuento corto)
Pintor: Robert Grace
Arrímese pa’cá mi reina que no tengo espinas!. m’ijo pásese pa’ la ventanía pa’ que no se me sofoque; es más, uste’ ya se va bajar, que nomás me trajo el almuerzo. Papa, ¿puedo dar tres vueltas con usted? Le pedí permiso a mi mamá para tardarme. ¡Ah como muele la pacencia! Ta’ güeno m’ijo quédese; nomás ya sabe, pico de cera. Esta vieja piensa que mi papá de verdad la quiere y por eso se cree con el derecho de andar encaramada en la combi ¡Pobre idiota!
¡Bajan, bajan, bajan! ¡Imbécil! ¡Le pedí la bajada hace tres cuadras y mire dónde se paró! Yo nada tengo que hacer en el Panteón Jardín ¡lo voy a reportar! ¡Repórteme donde quiera! ¡Total yo no la subí a la fuerza! Pa’ la próxima va querer que la lleve hasta su casa, ¿no?
¡Ja, ja, ja! ¡No te enojes mi rey! ¡No te enojes! Así son estas viejas de encajosas.
Mi papá se cree que todas esas sobaditas en la quijada son de amor; ella solo le quiere sacar el dinero. Ora sí mi reina, ya bájese, no sea que me la vaya a regañar su mamá; por eso si le pregunta porqué la trajo hasta su casa la combi, diga que el operador iba al taller de mas pa’lante y que le dio su reglamentario aventón. ¿Ya vio m’ijo? ¡Aprienda!. A las viejas hay que tratarlas bien pa’ que caigan como moscas. Ya sabe, nada de decirle a su jefa; porque luego luego se pone a reclamarme; ‘onque la mera verdá ‘ora me dado cuenta que como que ya agarró la onda; ya no me reclama cuando no le doy el gasto, ni cuando le pego, ni cuando hago como que estoy celoso y la insulto. Ya se convenció de que así soy, ¿y qué? ¡Pobre papá!, Piensa que con esa gran panza y ese hoyo donde le falta un diente, está bien guapo. ¡Si supiera porqué mamá me mandó a dar tres vueltas con él!; ese chavo parece su hijo. ¡Pobrecita! Con alguien se tenía que desquitar. No le da dinero; pero como ella misma le platica a su comadre, la quiere y la trata bien y sobre todo, la deja satisfecha-no sé de qué- Y que si no tuviera hijos, desde cuando se hubiera ido con él, pero no quiere que sus hijos sufran y que por eso se aguanta con mi papá.
¡Órale m’ijo, póngase las pilas! ¡Hágase pa’llá que en l’otra esquina se va subir la Lupe!
¡Pit, pit, pit! ¡Changos, ya me cayó el tamarindo! ¡agáchensen agáchensen !. ¡Orí ’ese a la orí’a, joven! González, mira cuántos trae parados; y usté me da su licencia, tarjeta de circul... ¿Cuánto, jefe? Apenas los acabo de subir en el batallón... Vienen cinco mi comanche. Veinte pesos por cabeza y que se bajen. ¡Órale jefe, acabo de empezar! Estaba en el taller y... no, no, ¡No haga la boleta! ¡Aquí ‘stá, jefe! ¡Á’i luego me repongo!
¿Ya vio? ¡Usté me trajo la sal! ¡Ya bájese! ¡Vaya salar a su madre! ¡Órale, rapidito! ¡Y me la cuida bien!
Si papi, ya di tres vueltas. ¡Misión cumplida!
Fin.
Lourdes H. Siles